En la actualidad hay una gran confusión entre el público particular y las empresas sobre algunos conceptos ecológicos y medioambientales.

 

Uno de los términos que más controversia tiene, es la diferencia entre compostable y biodegradable.

 

Biodegradable, por una parte, es un material que, tras su uso, se puede convertir en biomasa y nutrientes.

 

El proceso de biodegradado es un proceso propio de la naturaleza en el que no participa el ser humano.

 

Si los materiales son biodegradables significa que una vez convertido en residuo, la naturaleza podrá con el paso de los años convertir ese residuo en nutrientes.

 

Este término, no se debe confundir con el significado de reciclable.

 

Los materiales reciclables, son aquellos que se pueden convertir tras su uso en otros materiales o productos en plantas especializadas, por lo tanto, ahora sí, entra en juego la acción del hombre.

 

Una vez claros estos conceptos, nos asalta la duda sobre otro concepto que a menudo se emplea sin conocimiento… ¿Qué es compostable?

 

El proceso de compostaje implica que los materiales desechados se pueden convertir a través de la acción del hombre (junto con maquinaria o plantas industriales) en compost, es decir, abono orgánico.

Este proceso es mucho más rápido, debido a que participa la acción del hombre y, por tanto, el tiempo se acorta.

 

La gran diferencia entre compostable y biodegradable, es en definitiva, que el  primero interviene el hombre y por lo tanto los plazos de transformación son más rápidos, y en los materiales biodegradables los plazos son más largos porque es un proceso natural de la propia naturaleza.

 

Tanto un material como el otro, son beneficiosos para el medioambiente, ya que le ayuda a completar su ciclo.