El cambio climático ya no sólo produce efectos negativos sobre el planeta, también sobre la salud de las personas.

 

Diversos estudios científicos señalan que la exposición a fenómenos meteorológicos extremos durante el próximo siglo representa un riesgo catastrófico para la salud humana, que podría deshacer 50 años de beneficios para la salud que hemos alcanzado a nivel mundial.

 

En términos generales, el agravamiento de las condiciones climáticas puede tener tres tipos de impactos en la salud:

 

  1. Efectos directos inmediatos:

Aquellos causados por condiciones climáticas extremas. En este caso son ejemplos el impacto del estrés térmico, la muerte y/o lesiones en inundaciones y tormentas.

 

El Panel Intergubernamental del Cambio Climático, organismo de la ONU, concluyó en su último informe, que el cambio climático causaría un aumento de la mortalidad y la morbilidad relacionadas con el calor extremo, así como una disminución de la mortalidad relacionada con el frío extremo en los países templados.

 

El informe también prevé una mayor frecuencia de epidemias de enfermedades infecciosas después de inundaciones y tormentas, y efectos sustanciales para la salud después del desplazamiento de la población por el aumento del nivel del mar y aumento de la actividad de la tormenta.

 

  1. Efectos indirectos

Aquellos que son consecuencias de variados procesos de cambio ambiental, asociados a la alteración ecológica medioambiental. Por ejemplo, cambios en el rango de vectores de enfermedades transmisibles (la fiebre del dengue, transmitida por mosquitos), aumento de patologías transmitidas por el agua; brotes de diversas enfermedades infecciosas; deterioro en la calidad del agua; de la calidad del aire, así como menor disponibilidad y calidad de los alimentos.

 

  1. Efectos indirectos no inmediatos

Aquéllos que derivan en diversas consecuencias para la salud (traumáticas, infecciosas, nutricionales, psicológicas y otras), que ocurren en poblaciones desmoralizadas y desplazadas a raíz de la dislocación económica inducida por el clima, el deterioro ambiental y las situaciones de conflicto. Por ejemplo, los cortes de energía en climas extremos podrían paralizar los hospitales y los sistemas de transporte cuando la población más los necesite.

La disminución de los cultivos podría llevar a la desnutrición, el hambre y el aumento de los precios de los alimentos. Más CO2 en el aire podría hacer que los cultivos básicos como la cebada y la soya sean menos nutritivos. La sequía y la escasez crónica de agua dañan las zonas rurales y 150 millones de habitantes de las ciudades.

 

Se entiende que el impacto real en las condiciones de la salud estará fuertemente influenciado por las condiciones ambientales a nivel local y las circunstancias socioeconómicas de la población. La profundidad del efecto también estará influida por el rango de adaptaciones sociales, institucionales, tecnológicas y de conducta que tomen las personas y sus comunidades para reducir la gama completa de amenazas a la salud.

 

La sociedad debe sensibilizarse ante esta realidad y actuar para poder evitar efectos negativos sobre nuestro planeta. Para ello, debemos hacer uso de las cinco ¨R¨: Reemplazar, Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar, pero además, ser responsables y cuidar el medio ambiente.

 

Todo esto, va dirigido a un objetivo: conseguir un #ResiduoCero.